Ayer la montaña
despertó
y llegó a buscarte.
Te vio allí en la orilla.
Sus pies tocaron el mar.
Sentiste el susurro
mientras la brisa pincelaba tu plumaje.
La montaña inmóvil
Quedó sola.
Contemplándote.
Mientras las nubes
Sintieron resguardo en ti.
El mar rozó la desnudez de tu alma
saciando de mañanas
al sol que acaricia tus alas.
Dándote de comer sueños.
Mientras te recuestas
En la arena
Bajo el árbol
Cerca del bosque
En la ladera
En el regazo de la marejada
La montaña despertó
Y llegó a buscarte
a ti, paz anhelada.